La reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea
celebrada en Malta el pasado viernes, ha aprobado una Declaración que
propone medidas de cooperación con Libia para que acoja a los refugiados
que sean devueltos desde las costas europeas del Mediterráneo central.

Tras el acuerdo entre la UE y Turquía, el Mediterráneo central se ha
reforzado como ruta de los refugiados para llegar a Europa. Una ruta
peligrosa, en la medida en que pasa por Libia.
Como ha recordado el
propio canciller alemán, en Libia los inmigrantes y refugiados son
sometidos a ejecuciones, torturas, violaciones, trabajo forzado y todo
tipo de abusos en campamentos gestionados como campos de concentración
por los propios traficantes de seres humanos. La UE no puede pasar por
alto esta circunstancia y cerrar los ojos ante el hecho de que Libia es
un caótico estado fallido desde que la OTAN interviniese en 2011 y donde
el gobierno llamado de Unidad Nacional sólo controla una parte del
territorio. Libia no es un país seguro.
Por esa razón CCOO rechaza las pretensiones de la UE de llegar a un
acuerdo con Libia, tan vergonzoso o más que el ya suscrito con Turquía.
Nuestro sindicato reclama vías seguras para los refugiados y condena que
los gobiernos de los diferentes estados miembros y la propia UE
capitulen ante la oleada de xenofobia y racismo que atraviesa el
continente. No existe una crisis de refugiados en Europa, sino que la
llegada de refugiados –menos del 1 por ciento de la población europea-
está poniendo en evidencia la crisis de la propia UE.
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