La crisis de los refugiados y la impotencia/incompetencia de los responsables políticos de la UE para encontrar una solución compatible con el respeto de los derechos humanos y el cumplimiento de las leyes internacionales suscritas por la UE y todos sus Estados miembros está provocando una crisis política profunda, que se suma a las anteriores, en el proyecto común europeo.
El cuestionamiento de la libre circulación y del Acuerdo de Schengen o las medidas de confiscación de bienes a los refugiados son los últimas y peligrosas manifestaciones de una crisis
que ha llevado a voces autorizadas a decir que puede acabar con la UE. Ante la ausencia de políticas claras basadas en los valores democráticos y solidarios que tienen que definir a Europa, los únicos ganadores son los partidos nacionalistas y de extrema derecha, en una Europa que empieza a ser una amenaza mayor para los niños y niñas refugiadas que la guerra de la que huyen. Cuando Europa no está a la altura también es el momento de las mafias...
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